Así mataron a Andriy Portnov, exasesor del presidente Yanukóvich

Exasesor de Yanukóvich y vinculado a círculos prorrusos, Portnov mantenía una figura polémica desde el inicio del conflicto en Ucrania.

Por:

Adonis Martínez

El asesinato de Andrey Portnov, exasesor del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich, ha desatado una oleada de preocupación entre las autoridades españolas y organismos internacionales. El crimen tuvo lugar en plena vía pública, a las puertas del Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón, cuando el jurista acababa de dejar a sus hijas en el centro. La violencia y el contexto del ataque han despertado todas las alarmas.

Según los primeros indicios, Portnov fue abatido a disparos certeros por un individuo que actuó con rapidez y sin dejar rastro, lo que ha llevado a los investigadores a barajar la implicación de sicarios profesionales. Todo apunta a un asesinato cuidadosamente planificado, lo que aleja la posibilidad de un hecho fortuito y refuerza la tesis de una ejecución premeditada.

Conocido por sus vínculos con sectores prorrusos y su papel en los círculos de poder durante la presidencia de Yanukóvich, Portnov llevaba años fuera de Ucrania. Su presencia en España, lejos de apagar las tensiones, podría haber sido el detonante de una trama con ramificaciones políticas y criminales que ahora está bajo el foco de la investigación.

¿Cómo asesinaron a Andriy Portnov?

La investigación en torno al asesinato de Andrey Portnov ha revelado que los autores del crimen no actuaron al azar. Según las primeras pesquisas, los responsables habrían seguido durante semanas los movimientos del exasesor ucraniano, aprovechando su rutina predecible y su estilo de vida discreto. Portnov llevaba tres años viviendo en España, alternando entre un piso en el centro de Madrid y una vivienda en la exclusiva zona de La Moraleja.

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Los investigadores creen que esa apariencia de normalidad fue precisamente lo que jugaron en su contra. Cada mañana, Portnov acompañaba a sus hijas al colegio, un trayecto que apenas variaba y que acabó convirtiéndose en el momento más vulnerable. Los asesinos lo sabían: eligieron el entorno del centro escolar para evitar zonas más vigiladas y ejecutar el ataque con rapidez y precisión.

Mientras tanto, la Policía Nacional mantiene un despliegue activo para localizar a los responsables. Se han reforzado las búsquedas en puntos estratégicos como Casa de Campo, donde se sospecha que los sicarios podrían haberse refugiado tras el crimen. Las imágenes de videovigilancia y los testimonios de posibles testigos serán determinantes para dar con los autores de este asesinato planificado al milímetro.

Un caso lleno de preguntas

El asesinato de Andrey Portnov en una de las zonas residenciales más exclusivas de Madrid, y a plena luz del día, ha encendido las alarmas sobre la seguridad en entornos que, hasta ahora, se consideraban libres de amenazas. El hecho de que el crimen se produjera en las inmediaciones de un centro educativo y con menores presentes ha reabierto el debate sobre la protección de figuras exiliadas y la posible infiltración de redes criminales internacionales en espacios supuestamente seguros.

Desde el Ministerio del Interior se insiste en que se está trabajando con todos los medios disponibles para esclarecer el caso y garantizar la tranquilidad de los residentes en urbanizaciones como La Moraleja. Aunque se han reforzado algunas medidas de vigilancia, el llamado caso Portnov continúa rodeado de incógnitas: no se ha identificado a los autores materiales ni se ha confirmado un móvil oficial, mientras crecen las dudas sobre si fue un ajuste de cuentas político o un encargo del crimen organizado.