Identifica síntomas y fíjate si padeces el “síndrome del espejo retrovisor”

Se trata de una condición mucho más habitual de lo esperado. Hay síntomas muy claros y también hay múltiples posibilidades de tratamiento.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Conducir un coche puede ser una buena metáfora de la vida. Es una actividad individual donde nosotros mismos llevamos el volante, decidimos si tomar carreteras secundarias o autopistas, respondemos a las señales de peligro y, finalmente, buscamos un objetivo: llegar a destino.

La interpretación metafórica de esta experiencia puede ser optimista o pesimista, y es aquí donde la Psicología advierte que el espejo retrovisor, entendido como una mirada hacia el pasado, podría no ser el mejor aliado.

En el 2004, la película ¡Olvídate de mí!, de Michel Gondry, impactó a una generación al mostrar a una pareja que, tras una ruptura, se sometía a un experimento para borrar los malos recuerdos de su relación. Este guion cautivó tanto a la audiencia como a Hollywood (ganó un Óscar) porque la identificación era fácil: a veces, el pasado puede doler tanto que uno preferiría borrarlo.

El espejo retrovisor nos permite ver lo que está detrás del coche, objetos y personas que pueden poner en peligro una buena conducción y, en consecuencia, nuestra vida. En la conducción, observamos a través de este dispositivo un momento que ocurre en paralelo, pero en términos temporales, lo que vemos es un momento posterior, es decir, el pasado.

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De esta metáfora surge un síndrome cuyo síntoma principal en quienes lo padecen es la incapacidad de liberarse de experiencias y/o personas traumáticas del pasado. Estas personas sufren pensamientos obsesivos que pueden llegar a incapacitarles, influyendo en su vida presente, en la toma de decisiones y en su salud mental en general.

¿Cuáles son los síntomas identificables?

Aunque este tema se trate en consultas de terapia psicológica, la denominación de este síndrome es coloquial y no está descrito como una patología en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés), que es el referente profesional.

Gestionar el pasado es complicado incluso para alguien en su mejor momento de salud mental. Las experiencias y personas que han pasado por nuestra vida pueden dejar ecos no siempre agradables ni fáciles de manejar. Además del recuerdo, las personas que sufren el síndrome del espejo retrovisor se ven atrapadas en espirales de culpabilidad, baja autoestima y un alto nivel de autocrítica, sentimientos que afectan a su bienestar emocional.

Detrás de estos síntomas pueden estar traumas, duelos y casos no resueltos de ansiedad o depresión relacionada con esos episodios del pasado. Es importante destacar que, en España, la prevalencia de ansiedad ha aumentado 34% en los últimos dos años, según el último Informe del Sistema Nacional de Salud (2022).

¿Cómo podemos resolver el síndrome del espejo retrovisor?

Los episodios de ansiedad son comunes en quienes padecen el síndrome del espejo retrovisor, por lo que lo ideal es buscar la ayuda de un profesional. Las opciones terapéuticas son diversas, y el enfoque cognitivo-conductual puede ser fundamental para aprender a aceptar el pasado y afrontar el presente y el futuro con una nueva perspectiva.