Max y Prime Video tienen el documental sobre Barbie y Ken asesinos, una historia terrible

Karla Homolka colaboró con su novio, Paul Bernardo, en un plan para abusar de su propia hermana y asesinar otras personas.

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Adonis Martínez

Barbie y Ken asesinos.
Paul Bernardo y Karla Homolka, los asesinos en serie de este documental. Fuente: Prime Video.

A simple vista, Karla Homolka y Paul Bernardo parecían una pareja común, cumpliendo con los estándares tradicionales de belleza y sin despertar sospechas. Sin embargo, detrás de esta fachada perfecta se escondían dos de los criminales más notorios de Canadá. Con el tiempo, se reveló que ambos habían perpetrado una serie de horribles crímenes, que incluían múltiples agresiones sexuales y al menos tres asesinatos.

Una de las víctimas fue la hermana menor de Karla, quien fue agredida y asesinada la noche del 24 de diciembre de 1990, justo en vísperas de Navidad. La joven, de tan solo 15 años, fue parte de un macabro plan en el que su propia hermana participó activamente. Pero este no fue el único crimen en su historial. Las características físicas de Homolka y Bernardo, que les valieron el apodo de “Barbie y Ken”, contrastaban grotescamente con la brutalidad de sus actos. Este contraste solo se hizo más evidente cuando la policía los identificó como los “asesinos Barbie y Ken”, revelando al mundo la verdadera naturaleza de su relación y sus crímenes, que se narran en el documental.

Esta es la historia de los asesinos Barbie y Ken

Karla Homolka, la mayor de tres hermanas, nació el 4 de mayo de 1970 en Port Credit, Ontario, Canadá, como la primogénita del matrimonio entre Dorothy Seger y el inmigrante checoslovaco Karel Homolka. Su madre trabajaba en una clínica geriátrica, mientras que su padre se dedicaba al comercio. La familia creció con la llegada de Lori al año siguiente y, más tarde, Tammy, nacida el 1 de enero de 1975.

    Durante su adolescencia, Karla destacó por su inteligencia y su personalidad dominante. En octubre de 1987, cuando tenía 17 años, asistió a una conferencia sobre mascotas en un hotel en Scarborough, donde conoció a Paul Bernardo, de 23 años. La química entre ellos fue inmediata y rápidamente iniciaron un romance. Tras finalizar la escuela secundaria, Karla comenzó a trabajar como asistente en una clínica veterinaria en Thorold, pero fue despedida por robar fármacos. Sin embargo, consiguió otro empleo en otro centro para animales y decidió no ingresar a la universidad a pesar de ser aceptada en dos instituciones.

Por otro lado, Paul Bernardo nació el 27 de agosto de 1964 en Scarborough, hijo de Marilyn y Kenneth Bernardo. Dos eventos traumáticos marcaron su vida a los 17 años: descubrir que su padre abusaba de su hermana menor y enterarse de que Kenneth no era su padre biológico. Estos eventos desencadenaron en él una actitud agresiva. Tras la secundaria, trabajó en una empresa y estudió para ser contador. En la intimidad, mostraba comportamientos violentos y abusivos con las mujeres. Su primera violación documentada fue el 4 de mayo de 1987, con una joven de 21 años como víctima, y continuó cometiendo decenas de agresiones sexuales a lo largo de los años.

Esta oscura unión entre Karla y Paul, quienes parecían una pareja normal, desencadenó una serie de crímenes horribles que impactaron profundamente a Canadá y al mundo entero.

Estos son los terribles crímenes que cometieron

El 24 de diciembre de 1989, Paul Bernardo le propuso matrimonio a Karla Homolka, quien aceptó, y juntos comenzaron a planear su boda. Sin embargo, en ese momento, Bernardo ya estaba bajo la lupa de la policía, que buscaba a un delincuente conocido como “el violador de Scarborough”. Años más tarde, se descubriría que Bernardo era el responsable de estos crímenes, aunque en ese momento no pudieron arrestarlo, a pesar de haberlo entrevistado como sospechoso.

    La situación se volvió aún más oscura cuando Bernardo comenzó a obsesionarse con Tammy Homolka, la hermana menor de Karla, que entonces tenía 15 años. Esta obsesión llevó a Bernardo a espiarla y a entrar en su habitación mientras dormía. Karla, consciente de las acciones de su prometido, lo confrontó. Bernardo, manipulador, le exigió que si realmente quería estar con él, debía ayudarlo a concretar sus crímenes.

El 23 de diciembre de 1990, en la casa de la familia Homolka, la pareja ideó un plan macabro. Usaron una droga potente que Karla había robado de su lugar de trabajo para sedar a Tammy y así poder abusar de ella. Durante la agresión, que grabaron en video, Tammy comenzó a vomitar y a ahogarse. A pesar de sus intentos por reanimarla, no lograron salvarla.

Desesperados, Bernardo y Homolka se esforzaron en ocultar la evidencia y limpiar la escena del crimen. Cerca de la 1:18 a.m., aproximadamente una hora después del inicio de la agresión, llamaron a los servicios de emergencia. A los paramédicos y a los padres de Karla les dijeron que Tammy había bebido alcohol en exceso, intentando encubrir sus atroces actos.

Esto no acabó aquí

Tras el fatal episodio de Tammy Homolka, en febrero de 1991, Paul Bernardo y Karla Homolka se mudaron a otra casa y continuaron cometiendo agresiones sexuales contra jóvenes, grabando algunos de sus crímenes en video. Aparte de la hermana de Karla, asesinaron al menos a dos víctimas más.

El 29 de junio de ese año, una pareja encontró bloques de cemento con partes de un cadáver en un lago. La policía identificó el cuerpo como una menor de 14 años, desmembrada por Bernardo y Homolka hacía dos semanas.

Este caso no solo muestra la crueldad de la pareja, sino también la meticulosa planificación y la manipulación que utilizaron para llevar a cabo sus crímenes, dejando una profunda marca en la historia criminal de Canadá.

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