El truco definitivo para saber si tu comida se ha estropeado al volver de vacaciones

Este truco te puede ahorrar malos olores, dinero y un disgusto si no te gusta desperdiciar comida.

Por:

Adonis Martínez

La comida de tu nevera corre peligro en verano. Fuente: Canva.

Cuando nos vamos de vacaciones, dejamos muchas cosas atrás... y una de las que más puede darnos problemas al volver es la nevera. Un corte de luz, una puerta mal cerrada o simplemente el paso del tiempo pueden echar a perder los alimentos que dejamos dentro sin que nos demos cuenta. Pero existe un truco tan simple como útil para saber si todo ha ido bien durante tu ausencia.

En los días previos a un viaje largo, solemos centrarnos en maletas, reservas y organización, y muchas veces pasamos por alto pequeños detalles del hogar que pueden ahorrarnos disgustos. La comida en el frigorífico es uno de ellos. Aunque lo más recomendable es vaciarlo al máximo, no siempre es posible… y ahí es donde este pequeño truco puede marcar la diferencia.

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No necesitas comprar nada ni instalar dispositivos. Solo hace falta un gesto sencillo antes de cerrar la puerta de casa que te permitirá comprobar, al regresar, si tus alimentos han estado siempre en frío o si han pasado horas —o días— a temperatura ambiente. Ideal para quienes quieren evitar sustos sin complicarse la vida.

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Con este truco se acabó tirar comida en mal estado

    Hay trucos tan simples que cuesta creer lo útiles que pueden llegar a ser, y este es uno de ellos. Si estas vacaciones vas a dejar la nevera funcionando mientras estás fuera, este pequeño gesto puede ayudarte a saber si todo ha ido bien en tu ausencia… o si es mejor no arriesgarse con lo que quedó dentro.

Solo necesitas un vaso con agua y una moneda. Coloca el vaso en el congelador y, una vez el agua se haya congelado, pon la moneda encima. Cuando vuelvas, si la moneda sigue arriba, todo en orden. Pero si está en el fondo, sabrás que el congelador perdió temperatura y volvió a congelar después. En ese caso, más vale no fiarse de la comida que quedó allí.

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Y un apunte más: no desconectes el frigorífico antes de irte. Según recomiendan los expertos, apagarlo y encenderlo puede afectar a su rendimiento. Mejor dejarlo encendido y aplicar este truco sencillo que, literalmente, puede evitarte un mal trago a la vuelta.

Factores a tener en cuenta

Si vas a estar fuera varias semanas y tu frigorífico está prácticamente vacío, puede que te plantees apagarlo. Los expertos dicen que, en estancias largas —mínimo tres semanas— podrías hacerlo, aunque no es lo más recomendable. De hecho, lo ideal es no apagarlo más de una vez al año, ya que esto puede afectar negativamente al funcionamiento del motor y al sistema de refrigeración.

En el caso de frigoríficos modernos con controles separados para nevera y congelador, lo mejor es reducir la temperatura en lugar de desconectarlos. Especialmente el congelador: si llega a igualar la temperatura ambiente, volver a los -18 ºC requerirá mucho más esfuerzo y energía… y puede dañar su eficiencia a largo plazo.

Si no hay comida dentro, puedes subir la temperatura de la nevera a unos 14-16 ºC para ahorrar algo de energía sin comprometer nada. Pero si hay alimentos, lo mejor es no tocar nada y dejarlo funcionando. Porque apagarlo o subir la temperatura para “ahorrar” puede terminar saliéndote mucho más caro.

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