Cachorro es rescatado luego de pasar 3 horas en el conducto de aire acondicionado

El pequeño Archie Bean quedó atrapado por varias horas antes de la intervención de los bomberos.

Por:

Nicolas Esteban Lafferriere

El equipo de bomberos de Denver, Colorado vivió un momento que colocó en vela a los ciudadanos. Los rescatistas ocuparon un sistema de aire acondicionado con un objetivo claro: salvar al pequeño perrito que ocupó uno de los conductos, donde quedó atrapado por tres horas.

El rescate del perrito

Durante la mañana del 11 de junio, el South Metro Fire Rescue (SMFR) respondió el llamado de una familia del condado de Douglas con una gran emergencia en sus manos: Archie Bean, su perro pekinés, se había colado en el hueco del respiradero al saltar de la cama.

El pequeño animal entró por un orificio muy estrecho al que su dueña no pudo acceder. Los uniformados empezaron el proceso, siguiendo los chillidos de auxilio que resonaban por toda la casa. Un análisis con herramientas especiales como endoscopios permitió encontrar la zona que debían alterar sin dañar al perrito.

Junto al Departamento del Sheriff del condado, los bomberos encontraron la zona exacta del techo que debían cortar para salvar al animal. El operativo se puso en marcha. Los especialistas cortaron un trozo de 20 por 25 centímetros para acceder al tubo de ventilación desde arriba. Los rescatistas se vieron obligados a navegar por los intrincados conductos de la casa.

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Un final feliz

Una de las cámaras localizó el brillo en los ojos del perrito. La tensión de los bomberos y los dueños creció en este punto. Mientras el hogar se veía rodeado de los vecinos de la zona, los rescatistas utilizaron una sierra para cortar una abertura mayor, Fue a través de este agujero que la cabeza de Archie se asomó fuera de su encierro.

Con delicadeza, los bomberos tomaron a la valiente mascota y la llevaron a los brazos de sus emocionados dueños. Las lágrimas brotaron en lo que fue descrito como un conmovedor esfuerzo de rescate. Los agradecimientos a los bomberos que hicieron posible la dicha resonaron durante varios instantes.

El pequeño pekinés de doce semanas y casi dos kilogramos sobrevivió a tres horas de encierro en un lugar estrecho y con pocos lugares para respirar. Su fuerza de voluntad fue crucial para que esta historia tenga un final feliz.