Nutricionista revela el truco para evitar consumir el mercurio del atún en exceso

Si prestas atención a ciertos criterios en las latas de atún, podrás evitar el consumo de mercurio.

Por:

Adonis Martínez

La clave para no comer mercurio en exceso por culpa de las latas de atún. Fuente: Canva.

Hay sabores que solo se entienden con los años. De pequeños, el pescado, concretamente el atún en lata, es casi una amenaza en el plato; de adultos, puede convertirse en uno de nuestros grandes aliados en la cocina. Y si hay una excepción que sobrevive a cualquier edad, es el atún: versátil, sabroso y siempre presente, desde bocatas escolares hasta cenas rápidas o platos más elaborados.

No es casualidad que sea uno de los productos del mar más consumidos en todo el mundo. Rico en proteínas y ácidos grasos esenciales como el omega 3, el atún se ha ganado su fama a pulso. Pero como casi todo lo que abunda, también tiene su letra pequeña: su tendencia a acumular mercurio lo convierte en un alimento que conviene conocer bien antes de abusar de él.

Foto: Canva.

La buena noticia es que no hay que renunciar a él, solo aprender a elegir. Como ha explicado la nutricionista Leticia Zoé en sus redes sociales, basta con prestar atención a ciertos detalles del etiquetado para saber si estamos comprando una opción segura. Porque, en cuestión de salud, saber lo que uno come es tan importante como lo que uno evita.

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La especie de atún es clave para nuestra salud

La nutricionista Leticia Zoé ha explicado una distinción clave a la hora de comprar atún enlatado: no todas las latas contienen el mismo tipo de pescado. En el supermercado podemos encontrar dos opciones principales. Una es la que simplemente indica “atún”, que suele corresponder a la especie Katsuwonus pelamis, conocida como atún listado. La otra es la que se etiqueta como “atún claro”, generalmente procedente del Thunnus albacares, también llamado yellowfin.

La diferencia entre ambas no es solo de nombre, sino de biología. El atún listado es más pequeño y vive menos tiempo, lo que significa que tiene menos oportunidad de acumular mercurio en su cuerpo. Por el contrario, el yellowfin es un pez más grande y longevo, y por tanto, presenta mayores niveles de este metal pesado, que se va depositando en sus tejidos a lo largo de los años.

En términos prácticos, esto quiere decir que, si buscas una opción más segura para el consumo habitual, lo ideal sería optar por el atún listado. Puede que no siempre lo especifiquen de forma clara en el envase, pero conocer estas diferencias puede marcar la diferencia entre un consumo ocasional sin riesgo y una ingesta que conviene moderar.

Los beneficios de comer atún todas las semanas

  • Aporta proteínas de alta calidad: El atún es una excelente fuente de proteínas completas, esenciales para mantener y reparar músculos, tejidos y órganos.
  • Rico en omega-3, bueno para el corazón: Sus ácidos grasos ayudan a reducir los niveles de colesterol malo y a proteger el sistema cardiovascular.
  • Refuerza el sistema inmunológico: Gracias a su contenido en selenio y vitamina D, el atún contribuye a mantener activas las defensas del organismo.
  • Favorece la salud cerebral: Los omega-3 también juegan un papel clave en la función cognitiva, la memoria y el estado de ánimo.
  • Ayuda a controlar el peso: Es un alimento saciante, bajo en grasas y muy nutritivo, ideal para incluir en dietas equilibradas.


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